Con la llegada del verano cambiamos nuestros hábitos de vida. Pasamos más tiempo fuera
de casa, incrementamos nuestra actividad deportiva, variamos nuestra alimentación,
nuestra forma de vestir y disfrutamos de los baños en la playa o en la piscina. También los
hábitos sexuales se pueden ver variados durante este periodo, por lo que tantos cambios
en nuestro estilo de vida pueden afectar a la salud ginecológica.
Para evitar problemas, el Dr. Antonio Sánchez Fernández, Médico Especialista en
Ginecología y Obstetricia de Quirónsalud Cáceres (Colegiado 4.921), nos ofrece una serie
de consejos y recomendaciones que nos ahorrarán malos e incómodos momentos durante
el periodo estival derivados de infecciones de la vulva o la vagina, ya sea de carácter
infeccioso o de tipo irritativo.
- Es necesario prevenir la humedad constante en la zona vaginal por lo que hay que
cambiarse el bañador con la frecuencia que sea necesaria siempre que esté
húmedo o mojado. - Utilizar ropa interior que transpire bien (preferiblemente algodón) y evitar tejidos
sintéticos, además de evitar el uso del salva-slip. - Para la higiene íntima emplear productos sin perfume y evitar las duchas vaginales.
Los que son específicos para esta zona deben tener un PH ácido, que respete su
estado natural. - Hay que tener precaución con la utilización de antibióticos que puede alterar la
flora vaginal lo que, a su vez, puede hacer que se reduzcan las defensas y provocar
un aumento en el riesgo de sufrir infecciones. - Utilizar productos probióticos (vía oral o vaginal) que nos ayudan a incrementar
nuestras defensas y prevenir infecciones vaginales y urinarias. … Este tipo de
productos es una forma de defensa para la regeneración y protección de la flora
vaginal y evita que otros hongos externos puedan actuar. - Cuidarse no solo la zona genital, sino también los pechos con una hidratación
continua y protección de máxima calidad que nos proteja de la exposición al sol. Al
tratarse de una zona del cuerpo que suele estar cubierta durante todo el año es
más sensible a los rayos del sol, por lo que es fundamental esta protección para
todas las mujeres, incluidas las que tienen prótesis mamarias. El pezón también
debe cuidarse como si estuviéramos en un periodo de lactancia. - Utilizar el preservativo siempre que se mantengan relaciones de corta duración o
no estables. Es una medida de protección necesaria aunque se empleen otros
métodos anticonceptivos, como pueden ser los hormonales. - Para la prevención de infecciones en el aparato urinario (cistitis) se recomienda
orinar después de mantener relaciones sexuales. - Ante la presencia de síntomas, picores o molestias en la zona vaginal, no
automedicarse y acudir siempre al especialista. - Mantener revisiones ginecológicas de forma periódica. También siempre que se
note algún cambio abdominal, en la menstruación, dolores ginecológicos
desconocidos, etc.